La aparición del Internet y la web creó un grupo generacional que no concibe el mundo sin computadoras, conexión a las redes cibernéticas, celulares, videojuegos y otros aparatos tecnológicos que son parte inherente de su desarrollo.
Así es como la doctora Ada Myriam Felicié Soto, directora de la biblioteca de Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras) define a la generación que nació con posterioridad al 1982, los nativos digitales. “Estos niños y jóvenes se han socializado en un contexto saturado de información, imágenes y sonidos. Les aburre la teoría, prefieren la práctica y la exploración y demandan grandes dosis de motivación y estímulo. Se trata de la primera generación nacida en el contexto de la Sociedad de la Información y el Conocimiento”, explicó.
La investigadora reconoce que es natural que surjan choques entre los nativos y los inmigrantes digitales, lo que definió como adultos que, aunque comparten una era de tecnología informática, han tenido que aprender a utilizarla pues nacieron en una época distinta.
“Los adultos debemos reconocer que estamos ante un grupo generacional distinto, uno que requiere enfoques diferentes. Los adultos deben dominar estas nuevas tecnologías, después de todo, esto contribuirá a su desarrollo personal y profesional, además de que la comunicación entre ambos grupos mejorará”, sostuvo al sugerir que las escuelas deben adecuarse a estos avances.
Reto cibernético Jeanette Delgado, maestra de estudios sociales, reconoce esta necesidad y por eso fundó la Red de Educadores Puertorriqueños, grupo que organiza charlas y talleres a educadores interesados en integrar la tecnología al salón de clases en escuelas públicas y colegios privados.
“Esto es bien necesario por que el mundo que rodea a estos niños es distinto. Las experiencias de vida que han tenido están enmarcadas en la tecnología. Para ellos es familiar un ambiente de videojuegos y hasta la misma televisión y la radio. Por eso, no podemos limitarlos a que, en la escuela, no la utilicen (la tecnología)”, señaló.Ante esta realidad, Delgado subrayó la urgencia de que los maestros sean transformadores de una educación más tecnológica.
En ese sentido, Delgado está gestionando una propuesta al Departamento de Educación para que la escuela Gerardo Sellés Solá, en Caguas, donde labora, sea la primera Escuela Especializada en Tecnología. “Un niño de cuatro años le puede pedir a su papá el iPod y usarlo con facilidad. No podemos limitarlos”, recalcó.Aulas tecnológicas José Castrodad, director del Colegio Radians, en Cayey, reconoce la urgencia de transformar la educación.
“Un estudiante hoy día tiene la biblioteca consigo. Cualquier información la tiene disponible con sólo apretar una tecla. El niño de hoy nace con esas destrezas.
Es una generación diferente, adelantada a la tecnología”, dijo.Aunque el colegio que dirige se ha modificado tecnológicamente, Castrodad reconoce que cada día surgen nuevos aparatos. Como ejemplo, indicó que los tabloides podrían desplazar el uso de computadoras portátiles.
Rafael Cartagena, director de la Escuela Daskalos, explicó cómo niños y jóvenes se han acostumbrado a “que las máquinas dan entretenimiento y placer”, desde el aire acondicionado hasta los celulares con acceso al Internet.“Todo esto permite una comunicación y gratificación instantánea en una generación que quiere siempre estar comunicada con sus amigos (por redes sociales) pues les da la satisfacción de unirse a un gran grupo”, dijo.
Sin embargo, sugirió que siempre debe haber un balance entre el mundo virtual y el real ya que un exceso tecnológico podría limitar las relaciones sociales del individuo, su capacidad de lingüística y su desarrollo físico. Recomendó la supervisión de un adulto cuando los menores usen estos aparatos, además de colocar filtros para que no tengan acceso a material inadecuado.
Cautela y precaución “Hay gente que defiende el uso de la tecnología como un gancho para atraer a los estudiantes mientras otros entienden que no, que se van a entretener en el juego”, opinó el doctor César Rey, ex secretario de Educación, quien recalcó que las computadoras no son “una varita mágica” que van a transformar el conocimiento.
“La propuesta de que la tecnología es la solución es peligrosa. Tiene que haber un contexto de grupo y de trabajar en equipo porque la tecnología fomenta el individualismo”, añadió al comentar que el saber utilizar la tecnología con usos adecuados es “el mayor reto”. Agregó que la tecnología podría, incluso, crear una mayor brecha entre las clases sociales.
Vía: elnuevodia.com
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